Según Rubén Muñoz, entrevistado en el programa Comenzando La Mañana de Bariloche En Redes, es evidente el estado de Crisis en comisarías de Bariloche. Hace pocos días quedó expuesta tras un violento episodio en la Comisaría 28, donde cinco policías resultaron intoxicados y varios detenidos fueron asistidos luego de que se incendiaron colchones en los calabozos. El referente del Consejo de Bienestar Policial y Penitenciario de Río Negro explicó que este hecho refleja problemas estructurales que la organización viene denunciando.
El policía retirado aseguró que los calabozos están diseñados para detenciones transitorias y que mantener a personas durante meses o incluso más de un año es una práctica que incumple la Ley Nacional 24.660. “Esto ocurre no solo en Bariloche, sino en Viedma, General Roca, Cinco Saltos y otras localidades”, afirmó.
Saturación y violencia reiterada
El referente subrayó que las comisarías y cárceles están colapsadas. La sobrepoblación, sumada a la falta de infraestructura y recursos básicos, genera conflictos constantes y expone al riesgo tanto a los detenidos como a los policías y vecinos. “En la 28 venían con episodios de violencia hasta que finalmente incendiaron los colchones”, relató.
Además, denunció que se incumplen normas elementales como la obligación de proveer colchones ignífugos. Luego del incendio, los mismos detenidos fueron trasladados a la Comisaría 27, donde volvieron a prender fuego los colchones. “Esto demuestra la gravedad de la crisis y la falta de medidas preventivas”, alertó.
Crisis en comisarías de Bariloche y en condiciones laborales
La Crisis en comisarías de Bariloche se enmarca en un deterioro más amplio de las condiciones laborales y salariales de la fuerza. “Los policías en Bariloche pagan precios turísticos todo el año, pero no reciben ningún plus por residencia”, detalló Muñoz. También denunció que no se entregaron los uniformes de invierno prometidos y que un comisario condenado por abuso sexual sigue en funciones.
La precariedad se extiende a la infraestructura y los móviles policiales. Muñoz recordó que una patrulla perdió una rueda mientras circulaba y que muchas comisarías carecen de gas, insumos y mantenimiento mínimo. “Todo esto repercute en la seguridad de los vecinos”, advirtió.
Riesgo social por la inseguridad
La situación social de los propios policías agrava el cuadro. Muchos efectivos viven en tomas y zonas conflictivas por no poder afrontar los alquileres. Esto los expone al robo de armamento y uniformes, que luego son usados para delinquir. “Hace poco un delincuente entró a una casa con un uniforme robado a una oficial en 2022”, señaló.
Muñoz enfatizó que el deterioro institucional termina afectando directamente a la sociedad: “La seguridad en Río Negro está en terapia intensiva. Los vecinos tienen razón en reclamar, pero también deben saber por qué pasa”.
NOTAS RELACIONADAS
Si te gusta dale Me Gusta y Comparte
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) WhatsApp
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico
Un comentario