La Escuela de Formación Cooperativa Laboral Nº 6 cumple 20 años marcados por un significativo crecimiento y un anhelo persistente: obtener un edificio propio. Este viernes, la institución celebra su aniversario con un evento que no solo recuerda su historia, sino que también refuerza un reclamo que ha perdurado a lo largo de los años. Desde sus inicios en una pequeña casa con solo 17 estudiantes, la escuela ha evolucionado hasta recibir a más de 90 jóvenes en la actualidad, consolidándose como un referente en la educación especial.
La institución, que pertenece a la modalidad de educación especial, comenzó funcionando en una pequeña casa en la calle 2 de Agosto al 1350 con apenas 17 estudiantes. Hoy, dos décadas después, recibe a más de 90 jóvenes de entre 13 y 22 años distribuidos en ambos turnos, y trabaja activamente con trayectorias inclusivas y complementarias junto a las Escuelas de Oficios y las ESRN de la ciudad.
A pesar del notable progreso y el firme compromiso de la comunidad educativa, la Escuela Laboral N.º 6 aún enfrenta el desafío de no contar con un espacio adecuado para sus actividades. En 2022, comenzó la construcción de un edificio en la zona de Elordi y Mascardi, sin embargo, la obra se detuvo tras completar apenas el 40%. Esta semana se espera la apertura de sobres para una nueva licitación, aunque la institución aún no ha recibido confirmación oficial.
Actualmente, la comunidad educativa opera en el edificio Ruca-Che del barrio Nahuel Hue. Aunque agradecen poder estar juntos, las condiciones son limitadas: los espacios son reducidos y faltan aulas esenciales. Un taller incluso se realiza en el patio, adaptado con armarios. La situación es más compleja considerando que muchos estudiantes tienen discapacidad múltiple y requieren espacios adaptados.
“El patio se usa para recreos, educación física y momentos de relajación, pero también tuvimos que adaptarlo como aula. Estamos apretados, pero juntos”, explicó Victoria Vázquez, directora de la escuela en dialogo con Comenzando La Mañana.
Durante seis años, la escuela funcionó dividida en tres edificios, una situación que dificultaba el trabajo diario, el acceso al transporte y la inclusión de los estudiantes. “Esto no es solo una necesidad, es un derecho. Nuestros estudiantes merecen condiciones dignas”, remarcó Vázquez.
A pesar de las dificultades, la comunidad educativa elige festejar estos 20 años con alegría. “Estamos trabajando todos los grupos en la decoración, con regalitos, con mucha buena onda. Porque a pesar de todo, nuestros estudiantes merecen un festejo como se debe”, señaló la directora.
La celebración se realizará este viernes en el salón de Unter, con la presencia de estudiantes, familias, docentes, egresados y todas las instituciones con las que trabajan a diario. Es un día para celebrar el trabajo sostenido, la inclusión y el compromiso, pero también para renovar el reclamo: una escuela que creció tanto y dio tanto, necesita con urgencia el edificio propio que se le prometió..
