El Poder Judicial de Río Negro sigue avanzando en temas de familia. La Justicia autoriza a un adolescente a competir en un torneo Panamericano sin la autorización del padre. Esto, desde el mismo poder judicial se marca como un hito en la defensa de los derechos del niño. La reciente resolución judicial que permitió a un joven de Bariloche viajar a Chile para el Torneo Panamericano de Taekwondo pone de manifiesto la importancia del interés superior del menor. La jueza de Familia de Bariloche dictó una medida cautelar que habilitó su salida del país, asegurando así su participación en el evento deportivo.
El caso surgió cuando la madre del adolescente solicitó una autorización general para viajar al extranjero. Recurrió a la justicia ante la imposibilidad de obtener la firma del padre. En la urgencia del torneo se basa el pedido de permiso específico, respaldado por documentación del equipo y la confirmación oficial del evento. La Defensoría de Menores apoyó la solicitud, subrayando la importancia de proteger el derecho del joven a participar en actividades deportivas y culturales.
Justifición del fallo por el que la Justicia autorizó al menor.
«El fallo destaca que la competencia ofrece un espacio para el deporte y el crecimiento personal», señaló la jueza en su resolución. La participación del adolescente en el proceso judicial y su deseo de competir fueron factores decisivos. Derecho a jugar: autorizar a un adolescente a competir en un torneo Panamericano sin la autorización del padre resalta la flexibilidad del Código Procesal de Familia, que prioriza el bienestar del niño.
El artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, citado en la sentencia, reconoce el derecho al juego y la recreación. La práctica deportiva es parte esencial de la educación no formal, fomentando disciplina y trabajo en equipo. Según integrantes del Tercer Poder, este fallo no solo abre puertas al joven deportista, sino que también refuerza el compromiso de la justicia con los derechos de la niñez. Todo en el marco de un fallo en el que la Justicia autoriza a un adolescente interviniendo en un problema de la pareja progenitora.
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