La crisis del agua en Bariloche se profundizó tras los altos niveles de turbiedad registrados en el río Ñireco y el vandalismo que afectó el sistema de bombeo en Estancia del Carmen, según explicó Pablo Haedo durante la entrevista en Comenzando La Mañana. La combinación de ambos episodios impactó en barrios de la zona sur, donde se registraron cortes y baja presión mientras equipos técnicos intentaban restablecer el servicio en un escenario climático inusualmente seco. Estos son los principales motivos por lo que los vecinos, sobre todo el sur de la ciudad, sufren la crisis del agua de Bariloche.
La turbiedad extrema y el bajo caudal complican el abastecimiento
Haedo describió que el episodio se originó tras las lluvias sobre la zona alta del Ñireco, donde se produjeron desprendimientos que incrementaron de manera abrupta la turbiedad del agua. Este fenómeno, explicó, se agrava por la falta de nieve acumulada en la cumbre y un caudal general en descenso, elementos que definen una temporada “muy compleja” para el sistema hídrico. El cierre de la toma de la Planta Pilar fue una medida preventiva para garantizar la calidad del agua potable y evitar que el sedimento afectara las redes.
El jefe del servicio remarcó que el monitoreo se realiza hora a hora, y que la normalización solo será posible cuando los niveles permitan un tratamiento adecuado. Hasta entonces, algunos sectores permanecen abastecidos desde otras cisternas, aunque con presión limitada ante la reducción de producción.
Vandalismo y emergencia: doble impacto en los mismos barrios
Mientras se trabajaba sobre la turbiedad, ARSA enfrentó un segundo episodio: el robo de cables en la cisterna de Estancia del Carmen. El hecho afectó el bombeo hacia barrios como Reina Mora, Lomas del Cauquén, Entre Cerros y Lago Gutiérrez. Aunque el equipo de mantenimiento logró restablecer parcialmente el servicio, aún quedan trabajos pendientes para normalizar la distribución. Haedo lamentó el daño a instalaciones que resultan esenciales para toda la comunidad y señaló que no es un hecho frecuente, aunque sí de alto impacto.
Inversiones y obras estructurales ante la crisis del agua en Bariloche
El jefe del Servicio Bariloche destacó que la empresa avanza con inversiones destinadas a reforzar la capacidad del sistema. Entre ellas mencionó la instalación de una quinta bomba en la toma del lago y la licitación próxima de una nueva planta potabilizadora que captará agua desde el Lago Gutiérrez, una obra clave para acompañar el crecimiento de la zona sur. También detalló acciones complementarias, como la adquisición de equipamiento de respaldo y mejoras en perforaciones y tendidos eléctricos.
La crisis del agua en Bariloche se vuelve más evidente a medida que la ciudad crece y la demanda se incrementa. Haedo insistió en que la producción de agua es el punto estructural más crítico, y que las obras previstas buscan dar una respuesta sostenida al suministro en los próximos años.
Prevención, hidrantes y trabajo conjunto con bomberos
Consultado por la capacidad de respuesta ante incendios, Haedo señaló que ARSA coordina acciones con bomberos, juntas vecinales y organismos provinciales vinculados a la prevención. Mencionó la compra de nueve hidrantes nuevos y la ampliación de algunos existentes, además de trabajos para poner en funcionamiento una cisterna en barrio La Cumbre. Estas tareas se orientan a reforzar puntos estratégicos para emergencias, especialmente en zonas donde la expansión urbana alejó los cuarteles de los focos de riesgo.
Cuidado del agua y llamado a la comunidad
En un contexto de verano seco y caudal reducido, Haedo reiteró la importancia del uso racional del recurso. Señaló prácticas cotidianas que agravan la demanda —como el riego en horarios inadecuados, el llenado de piletas o el lavado de autos— y recordó que el agua es un recurso finito cuya disponibilidad no está garantizada solo por la presencia del Nahuel Huapi. “Necesitamos la ayuda de todos los vecinos y vecinas”, afirmó, al explicar que un uso responsable permitiría reducir cortes y bajas de presión durante los meses críticos.
