SENAF Bariloche acéfala fue la definición inicial que utilizaron los delegados de ATE Alejandra Reinahuel, Federico del Castillo y Rafael Marihuan al comienzo de la entrevista en Comenzando La Mañana de Bariloche En Redes. La imagen que describieron es la de un organismo provincial paralizado, sin conducción política ni administrativa, y con un equipo de trabajadores que sostiene la tarea “como puede”, en un contexto que consideran crítico para niñas, niños y adolescentes de la ciudad.
Los delegados explicaron que la situación se agravó tras la renuncia de las personas que coordinaban las áreas locales. Según detallaron, esas renuncias no fueron casuales, sino el resultado de un funcionamiento que, para ellos, se volvió insostenible. Marihuan lo expresó de manera contundente al señalar que “la gente se fue porque no había conducción, porque no se podía trabajar así”. Del Castillo acompañó esa línea al remarcar que “cuando no hay nadie que se haga cargo de las decisiones, todo se desorganiza”.
Una de las críticas centrales se dirigió hacia la delegada local de la SENAF, Silbana Cuyumilla. Los entrevistados sostuvieron que no atiende los reclamos sindicales ni responde a las urgencias operativas del organismo. Reinahuel lo resumió en una frase: “Hace meses que pedimos reuniones, pero no nos reciben. Es como si la delegación no existiera”. La falta de comunicación también alcanza al Ministerio en Viedma, según relataron. En la entrevista se mencionó que solicitaron una audiencia con el ministro Nicolás Muena, pero que nunca obtuvieron respuesta concreta.
SENAF Bariloche acéfala y sin capacidad de respuesta
El impacto de esta situación se refleja en la atención a casos de alta complejidad. Los delegados afirmaron que la ausencia de conducción no solo afecta al plantel interno, sino que repercute directamente en las personas que necesitan del organismo para acceder a intervenciones urgentes. Del Castillo explicó que “hay situaciones de violencia, de vulneración de derechos, que requieren decisiones rápidas. Y no tenemos a quién acudir”.
Esta falta de respuesta institucional genera demoras, confusión y una sensación de desprotección que se traslada a las familias afectadas. Según Reinahuel, “la gente viene desesperada a pedir ayuda, pero no hay autoridades que definan qué hacer”. En varios pasajes de la entrevista, los delegados insistieron en que el problema no es aislado ni reciente, sino la consecuencia de meses de deterioro administrativo.
Un organismo sostenido “a pulso” por sus trabajadores

A lo largo de la conversación, los referentes de ATE destacaron el trabajo de quienes permanecen en la SENAF, intentando cumplir funciones que, en muchos casos, exceden sus roles formales. Señalaron que los equipos técnicos y administrativos se encuentran sobrecargados, sin herramientas, sin apoyo político y sin procedimientos claros. Marihuan lo expresó en términos directos: “Estamos funcionando a pulso, poniendo la cara y haciéndonos responsables de cosas que deberían resolverse en niveles superiores”.
Esta situación de precariedad operativa también impacta en la salud emocional de los trabajadores. La falta de respuestas, la incertidumbre y la sensación de abandono por parte de la conducción política generan, según describieron, un ambiente de angustia e impotencia. A esto se suma la complejidad de los casos que atienden, muchos de ellos relacionados con situaciones de violencia, consumo problemático, abandono o conflictos familiares graves.
Una “no gestión” que profundiza la vulnerabilidad
Durante la entrevista, los delegados coincidieron en que lo que atraviesa la SENAF en Bariloche no es una crisis menor, sino un estado de “no gestión” que se arrastra desde hace tiempo. Reinahuel afirmó que “lo que pasa hoy es gravísimo. No se trata de una demora o un conflicto interno, es un organismo paralizado”.
Los entrevistados consideraron que esta falta de conducción constituye una forma de violencia institucional, porque deja sin protección adecuada a quienes más dependen del Estado. Del Castillo insistió en que “cuando no hay definiciones, los que pagan las consecuencias son las familias que están en situación de riesgo”. Según explicaron, hay casos que requieren intervención inmediata, pero quedan a la espera de decisiones que nadie toma.
Reclamo directo al gobierno provincial

Hacia el cierre de la entrevista, los delegados dirigieron su mensaje a las autoridades provinciales. Plantearon que es urgente que el Ministerio restituya la conducción local de la SENAF, nombre responsables con capacidad de decisión y brinde apoyo operativo a los trabajadores. También reclamaron una instancia de diálogo formal que permita reconstruir un funcionamiento institucional sólido y transparente.
Marihuan resumió la situación de manera contundente: “No podemos seguir así. Necesitamos conducción, necesitamos respuestas y necesitamos que se tomen decisiones ya”. La sensación general que transmitieron es que la SENAF, en su estado actual, no puede garantizar el acompañamiento que la comunidad espera y que los trabajadores, pese a su esfuerzo, no pueden reemplazar la responsabilidad política del Estado.

Si te gusta dale Me Gusta y Comparte
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
- Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) WhatsApp
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico


