El referéndum de Walter Cortés sigue generando críticas y cuestionamientos. En diálogo con el programa Hay Equipo con Pancho García, el arquitecto Raúl Martiniau advirtió que la convocatoria no fortalece la participación ciudadana sino que representa un retroceso democrático. Según planteó, el intendente pretende evadir responsabilidades políticas y transformar en un plebiscito cuestiones que deberían resolverse con gestión, diálogo y trabajo legislativo.
Un mecanismo que erosiona la democracia
Para Martiniau, la propuesta de Cortés distorsiona el equilibrio institucional de la ciudad. Recordó que la Carta Orgánica establece que el gobierno municipal está conformado por tres poderes: el Concejo Deliberante, el Ejecutivo y el Tribunal de Contralor. “Nunca se pensó que el Ejecutivo esté por encima del Deliberante. La democracia es un trabajo en equipo”, afirmó. En ese sentido, señaló que el referéndum abre la puerta a un manejo individualista, contrario al espíritu de la democracia local.
Preguntas innecesarias y evasión política
El arquitecto sostuvo que la mayoría de los puntos incluidos en la consulta son innecesarios o irrelevantes. Puso como ejemplo la pregunta sobre la construcción de un natatorio municipal: aunque el vecino vote que sí, la obra depende de presupuesto, proyecto y licitaciones que no se resuelven con un simple plebiscito. “Son temas que el Ejecutivo debe gestionar, no evadir con un referéndum”, aseguró. Para Martiniau, solo una de las preguntas revela el verdadero trasfondo: dirimir el conflicto personal y político que el intendente mantiene con el gremio SOYEM, conducido por Brenda Morales.
Multa e inseguridad jurídica
Entre los puntos más polémicos de la convocatoria se encuentra la multa prevista para quienes no participen de la votación. Martiniau insistió en que esa sanción constituye un tributo encubierto, carente de ordenanza del Concejo Deliberante, y que por lo tanto vulnera el principio de legalidad tributaria. “El intendente no puede inventar un impuesto nuevo por resolución. Eso genera inseguridad jurídica”, afirmó, recordando que incluso podría configurarse como exceso en los deberes de funcionario público.
Crisis política y advertencia democrática
En el tramo final de la entrevista, Martiniau fue contundente: “De la democracia al fascismo hay un suspiro, pero del fascismo a la democracia es una lucha con sangre”. Con esa advertencia, remarcó la importancia de preservar el diálogo y la división de poderes. También reclamó a los concejales que cumplan con su rol institucional y planteen de manera firme la inconstitucionalidad del llamado.
Con esta mirada crítica, el referéndum de Walter Cortés aparece cada vez más como un mecanismo que expone conflictos internos y erosiona la calidad democrática de Bariloche, en lugar de ofrecer soluciones concretas a los vecinos.

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