Los daños en el ESRN46 de Bariloche tras los festejos de los quintos años por la llamada “Vuelta Olímpica” despertaron una fuerte reacción dentro de la comunidad educativa del histórico colegio.
La jornada, que buscaba celebrar el fin del ciclo lectivo, derivó en un clima de tensión entre estudiantes, docentes y autoridades.
El hecho se conoció a través de mensajes y testimonios enviados a la redacción de Bariloche En Redes, donde se describen escenas de descontrol y malestar.
Un integrante del plantel docente señaló que
“fue bastante, bastante desubicado el festejo y de hecho, aparentemente, habría suspensión para las cuatro divisiones de quinto año a raíz de esta situación.”
La información también menciona la existencia de un video grabado por los propios alumnos, que habría circulado dentro de un grupo cerrado de quinto año.
Ese material fue compartido con Bariloche En Redes como parte de los mensajes recibidos, con el objetivo de dar cuenta de lo ocurrido.
Uno de esos mensajes expresaba el malestar de las familias:
“Los chicos de 5to año destrozaron el colegio, haciendo su supuesta vuelta olímpica dentro del colegio!! Ahora, ¿quién paga todo lo que rompieron los chicos?”
Según quienes enviaron el video, las imágenes muestran solo una parte de lo ocurrido y reflejan el clima de descontrol que motivó los reclamos posteriores.
🔹 Repercusiones dentro del colegio
Docentes y no docentes del establecimiento ESRN46 “Dr. Ángel Gallardo” expresaron su preocupación por el episodio y por el ambiente de desborde que se vivió durante la jornada.
Las autoridades analizan posibles sanciones mientras crecen las voces que reclaman revisar cómo se organizan los festejos de fin de curso.
Algunos testimonios también apuntaron a que este tipo de episodios “no son nuevos” y que “cada año cuesta más sostener el equilibrio entre festejo y respeto por la institución”.
🔹 Debate educativo y responsabilidad compartida
Las reacciones no se limitaron a los daños. Padres y docentes remarcaron la necesidad de discutir los límites de las tradiciones estudiantiles y el acompañamiento de adultos en las escuelas.
Un mensaje recibido por la redacción sintetiza el debate:
“No se trata de arruinarles la fiesta a los chicos, sino de cuidar la escuela, que es de todos.”
El reclamo también debe extenderse a las autoridades provinciales. Desde distintos sectores de la educación rionegrina se plantea que el episodio del ESRN46 evidencia una crisis de convivencia y respeto institucional que atraviesa a varias comunidades escolares.
Aunque no hubo una comunicación oficial del Consejo Escolar Zona Andina ni del Ministerio de Educación de Río Negro, en el ámbito educativo local se espera que se realice una revisión interna de los hechos y de las prácticas de cierre de ciclo.
